El ciclo menstrual es un proceso fisiológico y puede impactar de manera significtiva impacto en el rendimiento físico. El ciclo menstrual dura aproximadamente 28 días y se divide en cuatro fases principales: fase menstrual, fase folicular, ovulación y fase lútea.
Cada una de estas fases está acompañada por fluctuaciones hormonales, principalmente en los niveles de estrógeno y progesterona, que influyen en la energía que disponemos.
1. Fase Menstrual (Días 1-5)
Durante la menstruación, los niveles de estrógeno y progesterona están bajos, lo que puede generar una sensación de fatiga. Muchas mujeres experimentan molestias o dolor, sin embargo, esto no significa que el ejercicio deba ser evitado.
- Optar por actividades de baja intensidad como yoga, caminar o nadar. Estas actividades pueden ayudar a aliviar los síntomas como el dolor menstrual y la hinchazón.
- El entrenamiento de fuerza puede realizarse, pero es recomendable moderar la carga de trabajo.

2. Fase Folicular (Días 6-14)
En esta fase, los niveles de estrógeno comienzan a aumentar, lo que se traduce en una mayor energía, mejor estado de ánimo y un incremento en la capacidad de recuperación muscular. Este es el momento ideal para aprovechar para subir cargas.
- Intensificar los entrenamientos de resistencia y fuerza, ya que el cuerpo responde mejor a los estímulos de alta intensidad.
- Añadir ejercicios que involucren saltos, sprints o levantamientos pesados, aprovechando los niveles altos de estrógeno que favorecen la construcción de músculo.
3. Ovulación (Día 14, en un ciclo de 28 días)
La ovulación marca el pico del estrógeno, lo que aumenta la fuerza y la resistencia. Este es un buen momento para hacer entrenamientos de alto rendimiento, aunque hay que ser consciente que hay un mayor riesgo de lesiones, como esguinces o desgarros, ya que los ligamentos pueden estar más laxos.
- Realizar entrenamientos de alta intensidad como HIIT >
- Prestar atención a una buena técnica de ejecución y calentamiento para evitar lesiones. El entrenamiento se puede adapar a patrones de movimiento más básicos.

4. Fase Lútea (Días 15-28)
Durante esta fase, los niveles de progesterona aumentan y el estrógeno comienza a disminuir. Muchas mujeres experimentan síntomas premenstruales como fatiga, hinchazón y retención de líquidos, lo que puede influir en el rendimiento.
- Reducir la intensidad de los entrenamientos.
- Cerca de la menstruación, escuchar al cuerpo: si hay fatiga, optar por entrenamientos de baja intensidad: yoga, andar o nadar.
Beneficios del entrenamiento adaptado.
- Prevención de Lesiones: Al conocer las fases del ciclo, es posible ajustar la carga de trabajo para reducir el riesgo de lesiones, especialmente durante la ovulación, cuando los ligamentos están más laxos.
- Maximización del Rendimiento:Aprovechar las fases de mayor energía, como la fase folicular y la ovulación, para realizar entrenamientos más intensos y exigentes.
- Mejora del Bienestar General:Adaptar el ejercicio a las fluctuaciones hormonales puede ayudar a reducir los síntomas premenstruales y mejorar el estado de ánimo durante todo el ciclo.
- Equilibrio Hormonal: Un entrenamiento equilibrado puede ayudar a mantener los niveles hormonales estables, mejorando la regularidad del ciclo.